Intuía que la senda que recorría se perdería en las entrañas del bosque, pero el aire era tan puro, las flores eran tan frescas y las estrellas tan brillantes, que se empeñó en que sus pasos fueran cada vez más cortos.
Intuía que la senda que recorría se perdería en las entrañas del bosque, pero el aire era tan puro, las flores eran tan frescas y las estrellas tan brillantes, que se empeñó en que sus pasos fueran cada vez más cortos.