Lo había dicho muchas veces, pero esta vez era de verdad: estaba a punto de rendirse con Ella, de rendirse del todo. Porque si se les pasaban días y semanas sin cruzar una sola palabra o un mensaje, ¿cómo demonios iban a mantener o recuperar su intimidad? Si ni siquiera les daba para mantener la amistad que se suponía que había entre ellos desde hacía dos décadas…
Así que no quedaba otra que asumirlo de una vez, si no llegaba un milagro, como la canción de Bon Jovi, lo único que les iba a quedar era recordarse, como en la de Lady Gaga.