Era muy fácil gritar a los cuatro vientos que le iba a dar un cambio radical a su vida.
Lo difícil era hacerlo cuando esa misma vida se empeñaba en no concederle ni medio atisbo de oportunidad.
Era muy fácil gritar a los cuatro vientos que le iba a dar un cambio radical a su vida.
Lo difícil era hacerlo cuando esa misma vida se empeñaba en no concederle ni medio atisbo de oportunidad.