Rachas

Había ido viendo las señales, y al final ya podía confirmarlo: había caído de cabeza en otra de aquellas rachas en que parecía que el universo entero se posicionaba en su contra. Algo tan nimio como ver bloqueadas sus cuentas en redes sociales no debería afectarle apenas, pero lo cierto era que le dejaba sin contacto con algunas personas que le interesaban, sin ratos de entretenimiento ligero y sencillo, y sin acceso a la mayoría de sus recuerdos.

No parecía gran cosa, pero sumado a un ambiente laboral complicado y la presión de las oposiciones, a sus continuas lesiones deportivas, y a una exigua y vacua vida afectiva y sentimental, convertía cada día en una auténtica prueba de autocontrol y de esfuerzo por no derrumbarse. Sabía que pasaría antes o después, como siempre, pero dudaba a veces de seguir teniendo las mismas fuerzas de siempre