… Y pese a todo, más allá de su millar de problemas y preocupaciones, por encima de sus enfados y tristezas, antes de caer rendido ante el sueño y el cansancio, su último pensamiento seguía siendo para Ella.
Sólo para Ella.
Siempre para Ella.
… Y pese a todo, más allá de su millar de problemas y preocupaciones, por encima de sus enfados y tristezas, antes de caer rendido ante el sueño y el cansancio, su último pensamiento seguía siendo para Ella.
Sólo para Ella.
Siempre para Ella.