Sentarse delante del ordenador y no ser capaz de escribir ni una sola línea; no reorganizar planes para intentar coincidir con Ella; no saber cómo iba a reaccionar cuando se encontraran, después de tantos días; temer Sus momentos impertinentes; no seguir soñando con Ella; convencerse de una vez de que Ella no le amaba.
Morirse de pena.