Aunque la tristeza no había desaparecido, al menos era soportable. ¿Resignación? No, porque sabía que, antes o después, saltaría alguna chispa que lo iniciaría todo de nuevo; ¿esperanza? Tampoco, porque se había convencido de que Ella ya estaba fuera de su alcance; ¿desamor? Eso sí que no, porque cuando Ella le miraba sus ojos la delataban.
Por primera vez en su vida era incapaz de encontrar una palabra que describiera su estado, posiblemente porque nunca se paró a pensar en que lo que llevaba años dominando su vida era la Paciencia.
Paciencia
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