Tres noches

Las tres noches que había soñado con Ella después del malentendido del fin de semana anterior volvían a dejar todo bastante claro: su amor por Ella permanecía intacto.

Lo que no tenía tan claro era si ese amor era realmente por Ella o por Su recuerdo.

Noches

En otra de aquellas contracciones tan propias de él, empezaba a cogerle el gusto a las noches de balcón en que la combinación de mucho más bourbon de la cuenta, canciones especialmente significativas, sentimientos implacables y una soledad demasiado persistente le arrancaban un torrente de lágrimas de, al final, no era capaz de contener.

Pasaba un mal rato, sí, pero irse a dormir con la sensación de haberse desahogado no tenía precio.