Necios

Se fue a entrenar pensando que así se aliviaría un poco, pero igual que todo lo que hacía últimamente, fue un error. El crossfit siempre tuvo la capacidad de sacar lo mejor o lo peor de cada uno, y aquella mañana él es estaba derrotado y exhausto antes de empezar.

Se había esforzado más que nadie, había sido más respetuoso que nadie, más comprensivo que nadie, más leal y más dócil que nadie. La había amado más que nadie, pero no había sido suficiente. Nunca era suficiente, porque él ea era lo suficientemente bueno. Por eso, el duro entrenamiento de aquella mañana volvió a ponerle en su sitio y le mandó directo a la lona de un crochet de derechas.

El romanticismo, la cortesía, la devoción, incluso la bondad eran para necios. Y él era el más necio de todos.