Ella era maravillosa, poco más había que añadir.
Ya al día siguiente vendrían las preocupaciones, las añoranzas o las penas. Pero, por un día, sólo había una palabra en su cabeza: Maravillosa.
Ella era maravillosa, poco más había que añadir.
Ya al día siguiente vendrían las preocupaciones, las añoranzas o las penas. Pero, por un día, sólo había una palabra en su cabeza: Maravillosa.