Losa

La intensa actividad física y mental a que estaba sometido no le permitía detenerse ni un instante, ni siquiera para pensar, y eso le estaba ayudando a sobrellevar la devastación que había sufrido su corazón, aunque fuera por decisión propia.

El problema era que en algún momento siempre aparecía una cita, un lugar, una canción, un recuerdo, que le traía todo de vuelta y le aplastaba como una losa. No quería ni plantearse cuando llegara el momento del descanso, y aquella losa le aplastase una y otra vez durante cada maldito segundo del resto de su vida.