Había escrito varias veces sobre cuánto añoraba ver la luna desde su balcón, y justo en la primera luna llena, Ella publicó una preciosa foto del astro de plata desde la costa que tantas veces habían compartido. Él fue incapaz de resistir la tentación de escribirle, Ella terminó respondiendo con un corazón.
Su historia estaría más que acabada, no cabía duda, pero que aquel sentimiento puro e irracional perduraría para siempre en ambos era también incuestionable.