Fogonazos

Contemplaba cómo el cielo nocturno se iba cubriendo, y a intervalos cada vez menores podía ver fogonazos de luz por encima de los edificios: la tormenta acabaría por llegar, antes o después. Y aunque desataría su furia haciendo temblar todo a su paso, el olor a tierra mojada indicaba que también cumpliría con su función limpiadora y purificadora.

Aquellos mismos fogonazos que observaba en el cielo nocturno eran los que él percibía en su corazón, mientras se preguntaba cómo se inminente era la tormenta.