Estacazo

De verdad que no sabía qué era lo que hacía tan mal. Porque se esforzaba por ser honesto, por ser simpático, por tener buen humor, por ser comprensivo y respetuoso, por ser dócil y complaciente. Pero al final el resultado era siempre el mismo, estacazo y hasta nunca.

Quizá es que en una sociedad tan falsa, superficial y ficticia ya no había sitio para personas como él. Quizá era que si no se era egoísta y canalla, si no se tenía la imagen o la barbita o el peinado, no se era digno de atención, lo cual le entristecía aún más.

Nada peor para un corazón machacado que obligarle a traicionarse a sí mismo.

Estacazo

Seguía viviendo su duelo. Ella no tardó ni un día en cargar contra él a la primera oportunidad que tuvo, y aquello le dolió, porque fue la confirmación de sus peores temores en forma de estacazo. Como decía la canción, casi que prefería morir primero, para no ver el final. Al menos, no aquel final.