Bueno, tras un pequeño contratiempo ayer (respeto que me perdones), vuelvo hoy a la carga en mi misión de arrancarte una sonrisa. Hoy soy yo el que no está muy animado, y tras devanarme los sesos todo el día sobre el tema de este episodio, y casi darme por vencido por no encontrarlo, al final ha sido en la cocina donde me ha venido la inspiración.
Iba pensando en meter una cubitera de hielo en el congelador para tomarme un pelotazo de los míos, cuando he visto la última tableta de chocolate «milka» que quedaba ayer en todo el mercadona, y me he acordado de los días, mejor dicho, de las noches en que te daba por mezclar licor y chocolate, y en cómo al final acababa saliendo alguna que otra impertinencia… Me has dado alguna que otra noche sin dormir, que lo sepas, pero no te guardo rencor, porque si supieras lo que se despertaba en mi cabeza en esas noches… (¡avemaríapurísima!)
Luego ya he pensado en la de noches que hemos estado de copas por ahí, y de cómo nos obligan a recogernos aunque tú y yo deseemos con todas nuestras fuerzas seguir de marcha. No tenemos fin… Cuando todo esto pase nos tenemos que pegar una noche de juerga y borrachera, dejando que corra el aire, por supuesto, jejejeje.
Y con esto concluyo el capítulo de hoy. Espero haber cumplido el objetivo, y que ahora mismo (o cuando lo leas, tengas una sonrisa en la cara. Ya sabes cuál es nuestro nuevo lema: We Stand Alone Together.