Día completito… Desayuno en el hotel, cutre pero abundante, me ha dejado despreocupado toda la mañana del tema alimentación. Salí pronto para el Memorial de Caen (sí me había comprado la entrada al final por Internet), y echo allí media mañana: espectacular. Menos objetos de lo esperado, pero los paneles y las proyecciones estuvieron genial, y el Hawker Typhoon colgado del techo fue la guinda. Pero estando allí, me aparece el problema del día: hoy ha sido Su santo, y le prometí en la celebración de mi cumple que le enviaría una felicitación desde un sitio especial. Todo esto porque la idea original era haber estado hoy en las playas o en los pueblos de la Easy como Carentan, pero al irme a los museos… Odio no cumplir mi palabra.
Al final lo resolví de casualidad: el parche iba a ser enviarle la foto subido al Spitfire del D-Day Wings Museum en Carpiquet (poca chicha y mucha chatarra, pero haberme subido a un Spitty original del ’43 ha sido un sueño), pero al decidir plantarme en Bayeux para ver el Museo Memorial de la ciudad (este sí está genial) me encontré con una preciosa catedral que me sirvió para cumplir mi promesa. Ya que estamos, Bayeux es precioso, merece la pena.
De ahí, y viendo que tenía horas de luz aún, decidí acercarme a las playas y a las baterías para adelantar «trabajo» de mañana: me impresionaron las baterías de Longues-Sur-Mer, pero Omaha beach… Se me ha puesto la carne de gallina al pensar que pisaba la misma arena, que trepaba por las mismas laderas y contemplaba la misma que en el Soldado Ryan. No quiero ni pensar lo que sera mañana el Cementerio de Omaha o los lugares de la Easy.
Para terminar, he cruzado mensajes con Ella, al principio en los grupos y después en privado. Los privados empezados por Ella las dos veces, para ser sinceros. Siempre me dice que tome distancia y que disfrute del viaje (cosa que estoy haciendo «a full») pero no sé cómo voy a lograrlo si, primero, estoy todo el día solo y la tengo metida en mi cabeza; y segundo, si Ella sigue pendiente de mí, especialmente después de la conversación del domingo. Al menos me imagino que Ella me acompaña y le cuento todo con pelos y señales, o al menos, que ve mis fotos y me ve a mí disfrutar como un loco.
Espero poder subir más fotos sobre la marcha mañana, para que se convenza de que está aquí conmigo, y para que sonría por mí, como lo hago yo por Ella.