¿Cómo expresarlo con palabras? Porque no era fácil describir Su belleza, ni el resplandor de Sus ojos, ni la fuerza con la que Ella se había empeñado en agarrarle de la mano en cuanto tenía ocasión, ni el contacto de Su cuerpo y sus curvas cuando le hablaba al oído. No era fácil describir el fuego contenido entre ellos, el «quiero y no puedo», las miradas que decían tanto sin palabras, el ansia por estrecharse entre sus brazos, entre sus labios y entre sus piernas. Era difícil describir cuánto tenía él que contenerse, cuánto tenía que callar, cuánto tenía que disimular cuando Ella decidía romper todas las distancias.
Todo aquello era difícil de describir. Pero iba a serlo mucho más renunciar del todo a Ella, resignarse y mirar para otro lado. Tan difícil, que no creía que pudiera conseguirlo.