Casi Soñar

De vez en cuando había una tarde de aquellas en las que entrenaban juntos, corrían juntos, incluso les tocaba juntos de pareja de ejercicios; de aquellas en que reían a carcajadas, en que se contaban sus cosas y se sentaban a estirar uno cerca del otro; de aquellas tardes en que Ella le regalaba una de Sus miradas electrizantes, y él se esforzaba el doble sólo por si Ella volvía a mirarle.

Una de aquellas tardes en que volvía a sonreír, y casi incluso a soñar.

Casi

Su plan había salido casi perfecto. El tiempo mejoró en el último momento. Había preparado merienda, café y licor. Se llevó un pequeño altavoz para que sonara una selección especial de canciones. Incluso se levantó una brisilla que terminó de disipar el calor de la tarde.

Casi perfecto, porque lo único que faltó, al final, fue Ella.