Cansado

Mientras su mirada saltaba desesperada del reloj digital de su mesilla al techo de su dormitorio y viceversa, una noche más, pensaba en Ella y en el resto de cosas que habían salido mal en su vida, en cuán fútiles habían sido todos sus esfuerzos.

Estaba cansado, casi exhausto. Y, al igual que el cansancio físico le impedía conciliar el sueño, el cansancio emocional le impedía ilusionarse con nada.