Cinco años

Tal noche como aquella, justamente cinco años atrás, Ella le había besado por sorpresa en la cocina de Su apartamento de la playa, poniendo su mundo, que ya empezaba a desmoronarse, aún más patas arriba.

Cinco años que parecían cincuenta.

Cinco años que parecían pertenecer a la vida de otra persona.

Cuatro Años

Habían pasado cuatro años. Aunque no le hacía falta, una foto en su almacén de imágenes se encargó de recordárselo: cuatro años de aquel momento en la cocina de Su apartamento de la playa en que, justo después de que él le confesara que estaba destrozado, Ella le besó, haciendo que su mundo comenzase a girar de nuevo.

Curiosamente, no habían pasado ni quince minutos desde que vio la foto del recuerdo en el móvil cuando Ella le escribió para desearle unas felices vacaciones, a lo que él contestó con cortesía y amabilidad. No pudo evitar hacer referencia al aniversario, pero se despidió solicitando un brindis a distancia, y no un «espero que nos veamos pronto«, como siempre solía hacer. Por muy imposible que pareciera, la esperanza que se encendió con aquel beso furtivo se había terminado perdiendo del todo cuatro años después.

Tres años

Aquel mismo día, justamente tres años atrás, él le contaba cómo se encontraba en el peor momento de su vida, desarmado y derrumbado; Ella le besó inesperadamente, y su corazón volvió a latir.

Ahora, tres años después y en auténtico peor momento de su vida, todavía resonando en su cabeza la conversación del día anterior, él seguía sujetando por todos los medios lágrimas que nadie podía ver, y se preguntaba de dónde cojones iba a sacar las fuerzas para hacer lo que le dijo a Ella que iba a hacer.

De uno de Sus besos ya estaba claro que no.