Agua oxigenada

Había sobrevivido al primer día de su nueva vida. Arropado y protegido por su familia, había estado tan ocupado con pequeñas tareas y quehaceres que apenas hacía tenido tiempo para pensar, mucho menos para dejarse dominar por la tristeza. Recibió muchos mensajes de ánimo y apoyo que, como el agua oxigenada, al principio dolían, pero luego sanaban. Aunque no recibió el único que realmente esperaba.

Así pues, se fue a la cama agotado, pero pensando que, irónicamente, justo el Día de los Enamorados él había comenzado un nuevo camino sin amor.

Agua

La distancia actuaba como un pequeño torrente de agua: casi invisible pero implacable, iba erosionando cada día el camino que una vez recorrieron juntos. Al final acabaría siendo un bonito recuerdo, igual que la roca agreste acaba convirtiéndose en un suave canto rodado.