Estuvo a punto. A punto de olvidarse del mundo, a punto de mandarlo todo al diablo. Verla en aquella situación, tan cerca, tan al límite de sus fuerzas, casi le derrumbó a él. Estuvo a punto de estrecharla entre sus brazos y besarla.
Pero Ella volvió a ser Ella, tan decidida, tan estoica, tan valiente. Volvió a dejarle sin palabras, a hacerle sentir orgulloso. Y él estuvo a punto de nuevo. A punto de gritar que la amaba.