Se empezaba a acostumbrar. Por fin se había hecho a la idea, y aunque seguía doliendo, ya no era aquella sensación de morirse por dentro. Otro recuerdo más en el Cajón de los Tesoros, otra muesca más en la Culata de los Fracasos.
Se empezaba a acostumbrar. Por fin se había hecho a la idea, y aunque seguía doliendo, ya no era aquella sensación de morirse por dentro. Otro recuerdo más en el Cajón de los Tesoros, otra muesca más en la Culata de los Fracasos.