14 de mayo

Aquel 14 de mayo iba a ser el último «aniversario» que iba a recordar, antes de volver a poner todos sus esfuerzos en alejarse y dejar de pensar en Ella de una vez por todas. Porque, salvo un beso interrumpido que se dieron un mes después en la piscina, aquel 14 de mayo de 2023 fue la última vez que estuvieron juntos, la última vez que Ella entró por la puerta de su casa, la última vez que se entregaron por completo el uno al otro.

Las lágrimas que Ella dejó calladamente en su almohada ya presagiaron que algo se rompía, que se iniciaba una cuesta abajo de la que nunca se recuperarían, que aquella historia había llegado a su fin. Y aunque mantuvieron las formas un tiempo, un silencio desgarrador se fue colando por las rendijas hasta llenar por completo el espacio entre ellos. Día tras día, semana tras semana, mes tras mes, hasta convertirlos de nuevo en dos extraños con recuerdos, dos extraños que en las pocas ocasiones en que coincidían eran incapaces de dejar de mirarse, de dejar de desearse, pero también incapaces de hablar.

Así que sí, se iba a permitir recordar aquel 14 de mayo durante toda la jornada en la que además, no tenía que trabajar. Porque aquel 14 de mayo fue en día en que Ella decidió que no estaría nunca mas con él, convirtiendo aquella fecha en el mejor-peor día de su vida.

Y, para colmo, fue domingo.