Se sirvió otro bourbon, seleccionó la playlist, y se sentó a contemplar las estrellas en la quietud del cielo nocturno, porque había decidido que aquella noche iba a llorar.
Sí, era cierto que le faltaba el aire, le pesaba la vida, le resultaba imposible sonreír. Era totalmente cierto que aún dr acordaba d3 Ella y la echaba de menos a morir algunos días. Pero también lo era que ya no le quedaba nada más por perder, y que nunca había dejado de levantarse después de cada tropezón.
Así que, cuando la mezcla de alcohol y canciones comenzó a a hacer efecto y las lágrimas empezaron a correr, se dejó llevar.
El corazón empezaba a pesarle demasiado, pero no se preocupó, porque había decidido que aquella noche iba a llorar.