Contrario

Le dolió como una puñalada, porque había ido directa al corazón: que los que habían sido sus amigos durante décadas ahora le ignorasen le enfurecía y decpecionaba, pero que fuera Ella quien lo hiciera tan pública y notoriamente…

No comprendía que un amor como el que se habían profesado durante media vida, una historia como la suya, estuviera acabando de aquella manera. Lo que sí comprendía, con una plenitud aterradora, era el auténtico significado de aquel proverbio que tanto le gustaba, el que «lo contrario al amor no es el odio, es la indiferencia»