Volvió a hacerlo, en cuanto la lluvia se lo permitió salió corriendo para ir a Su encuentro, para deleitarse en los breves momentos en que posaba Sus manos sobre él, para enfrentarse contra Su genio desbocado, para seguir soñando con que le importaba un poquito.
Por eso le dolieron tanto sus palabras al despedirse sobre 666sentir celos de Sus supuestos cariños con otras personas, porque ambos sabían que lo que les unía estaba por encima del resto del mundo. A pesar de los años, de las apariencias, de las voluntades. El mal sabor de boca ante el nuevo desplante no se lo iba a quitar nadie, pero que Ella seguía dedicándole una pizca de su atención tampoco.