Anhelo

Pese a lo cauteloso que se había vuelto y al férreo control que estaba ejerciendo sobre sus sentimientos, seguía soñando con Ella de vez en cuando, a veces tan vívidamente que al despertar todavía tenía Su olor en la nariz y Su sabor en los labios.

Estaba claro que, pese a la aplastante contundencia de la realidad, algo en lo más profundo de su interior aferraba con uñas y dientes a aquel sentimiento imposible, a aquel anhelo infinito.