Cuando vio que a Ella publicaba una foto, se alegró de que no fuera a haber ninguna oportunidad de que se vieran aquel fin de semana: más allá de algún «me gusta» en redes sociales, continuaban sin contacto alguno. Y lo que era peor, con asuntos familiares que, posiblemente, los iban a separar aún más, si no del todo. Aquello era lo que tenía no hablar las cosas en su momento, que cuando explotaban en la cara nadie se encontraba preparado para afrontarlo.
Pero un momento después se paró a pensar en cómo era posible que hubiera llegado al punto de «alegrarse» de no poder verla. Pocas cosas le habían desgarrado más en toda su vida.