Todo sigue igual: segunda parte

(… Continuación)

Tuvo el impulso de escribirle un mensaje dándole las gracias por haberle dedicado Su tiempo, por aquel rato que habían pasado a solas, por hacerle sonreír y darle consuelo en sus horas más bajas. Y le recordó las palabras que Ella había repetido varias veces, «todo sigue igual», que él interpretó como que dejaban atrás aquella horrible época de tensión y distancia que habían atravesado, y retornaban a su extraña amistad especial. Nada más lejos de la realidad.

Su primera respuesta ya fue algo incisiva, pero él optó por tomársela en el mejor sentido, y le explicó lo mal que se sentía y la necesidad que tenía de un cambio. Pero Ella repitió las mismas palabras, «todo sigue igual». Aún más extrañado, creyó que Ella quería cortar la conversación, así que le escribió a modo de despedida una frase bonita que acababa de leer y dio por zanjado el asunto. Pero Ella contestó minutos después, visiblemente enfadada, acusándole de no decir nunca nada, de no hacer nunca nada y él, por una vez, se rebeló: le contestó con palabras directas y sin adornos, dolido por Sus acusaciones, recriminándole que Ella le echara en cara su falta de «iniciativa» cuando él se había declarado varias veces y había respetado sus negativas; si lo último que Ella le había dicho era que siempre podría contar con su cariño y con su apoyo, pero no con su amor, y desde entonces no habían vuelto a verse ni apenas a mantener contacto, ¿cómo podría él imaginarse que Ella quería dar un paso más, y en una tarde con el tiempo contado, a la vista de todos? Y pese a todo, lo habría hecho de haberlo sabido, si Ella le hubiera indicado el camino; pese al riesgo, pese a las consecuencias, pese al precio a pagar. Pero no tenía ni idea, porque la posibilidad de que Ella le estuviera esperando le parecía tan remota que no podía interpretar correctamente hacer caso de Sus señales. Trató de hacerla ponerse en su lugar, en lo dolorosa que era aquella ruleta rusa sin final, y se despidió diciendo que, Sin su participación y su ayuda, no había manera.

Continuará…