Zombi

No sabía muy bien el motivo, pero estaba dejando de escribir. No era porque no pensara en Ella, porque seguía haciéndolo. Pero sí que era cierto que, quizá porque la distancia empezaba a hacer su trabajo, bien porque ahora que no tenían los entrenamientos en común ya no había excusa para escribirse o tratar de verse, porque Ella se prodigara menos que nunca ena las redes sociales, o simplemente porque las heridas de la guerra aún necesitaban tiempo para cicatrizar, en esta ocasión parecía ser él quien se estuviera distanciando. No es que sus sentimientos hubieran desaparecido, o que él los estuviera bloqueando; era más bien que los obviaba, sabía que estaban ahí y los percibía, pero miraba para otro lado. Y así iba pasando un día tras otro, sintiéndose gris e incompleto, reservando cada noche un ratito para seguir viendo Su concierto, aunque un ratito más corto cada vez.

Porque, a medida que disminuía su ansia por saber de Ella, disminuía también el dolor, la nostalgia y la pena. Puede que, obligándose a no sentir, a convertirse en un zombi, consiguiera hacer soportable la tristeza.