Sus palabras le pillaron tan desprevenido, tan desarmado, que fue incapaz de responder, ni siquiera para defenderse; un año de esfuerzos, de sacrificios y de autoconvencimiento arrasado por completo en apenas treinta segundos.
Sus palabras le pillaron tan desprevenido, tan desarmado, que fue incapaz de responder, ni siquiera para defenderse; un año de esfuerzos, de sacrificios y de autoconvencimiento arrasado por completo en apenas treinta segundos.