Ella volvió a colarse en sus sueños, una vez más. En aquella ocasión, aparecían en medio de un grupo de gente, participando en el típico juego de beber chupitos si no se cumple un reto. A ellos les tocó besarse, y mientras que Ella, entre risas nerviosas y miradas alrededor, se acercaba poco a poco, era él quien se ponía tenso y parecía recular: un beso de Ella no era cosa de juego, y menos delante de todo el mundo.
Al final, hizo fuerza por despertarse.