Alguien mucho más joven le preguntó que cómo se sabía cuando se estaba enamorado «de verdad». Él contestó que cuando importaba más la felicidad de la persona amada que la propia. «Pero, ¿y si la otra persona no te corresponde? ¡Su felicidad te hará infeliz a ti!».
La imagen de Ella inundó su mente por completo en aquel instante, y la única respuesta que pudo darle fue una triste sonrisa