Había pasado el fin de semana «mágico», todo había vuelto a la normalidad. Ella haciendo su vida a trescientos kilómetros de distancia, él tratando de mantenerse ocupado cada minuto para no pensar en Ella y obligarse a no escribir, tres semanas sin verse al menos, y el silencio.
Vuelta al silencio, al horrible, doloroso, criminal silencio.