Cuenta atrás

Se levantó como pudo, y prepararó los regalos casi contra su voluntad. Si aquel día tan concreto se le hacía siempre cuesta arriba, después de una noche de ahogarse en bourbon y revolcarse en recuerdos de un año antes estaba de todo menos preparado para un día de reyes, sabiendo que se verían por la tarde, que Ella parecía dudar pero se mantenía firme en la distancia, sabiendo que se acabarían buscando con los ojos, que se terminarían rozando, y que quedarían en el eterno «quiero pero no puede ser».

Pero también sabía que su cuenta de decepciones y resignaciones hacía mucho que estaba agotada, que la cuenta atrás estaba a punto de finalizar.