En realidad se sentía como si hubiera viajado atrás en el tiempo, a los dos años entre su divorcio y el 16 de diciembre, cuando apenas se veían, casi no tenían contacto y podían pasar semanas sin saber nada de Ella.
Pero había una gran diferencia: en aquellos dos años él anhelaba tener una oportunidad, soñaba con un milagro que pensaba que nunca ocurriría; pero en el momento actual el milagro había ocurrido y se había desvanecido, dejando la puerta bien cerrada y arrancada tras de si.
A ver quién era el guapo que superaba aquello…