Odiaba aquellas épocas en que, a pesar de que todas las malditas canciones del mundo hablaban de Ella, en todas las series había historias como la de ellos, en que los algoritmos de las redes sociales le bombardeaban con publicaciones para Ella, él se veía obligado a guardar silencio.

Después del grado de intimidad que habían alcanzado, después de que el sentimiento entre ellos continuara resistiendo contra cada intento de exterminio, no poder decirle cuánto la echaba de menos o las ganas que tenía de continuar con aquel beso interrumpido unos días atrás era un auténtico suplicio. Y más ahora que llegaban dos meses de verano en los que apenas se verían o tendrían contacto. Sobrevivir a aquel verano sin Ella iba a ser su auténtico desafío.