No podía dejar de pensar en Ella. Quizás el beso a escondidas del sábado anterior y el audio del día siguiente hubieran sido sido solo un arrebato, una recaída, pero a él sr le habían clavado como un arpón, y si Ella decidía tirar de la cuerda no habría opción de resistirse.
Pero lo preocupante no era si Ella tiraba de vuelta del arpón, sino el ansia con la que él deseaba que lo hiciera.