Tres palabras

Por una vez, disfrutaba plenamente de la quietud de la noche, de la calma del cielo primaveral y del sabor ardientemente dulzón de su bourbon. Porque, aunque la velada de grupo con Ella había sido ridículamente corta, de los breves mensajes que cruzaron después se desprendía que Ella también continuaba pensando en él. No en vano habían tenido un amago de quedar a solas otra vez, pero Ella seguía debatiéndose y él no quiso forzar las cosas.

Más que nada porque seguía convencido de que todo se resumía las mismas tres palabras: Cuestión De Paciencia