Pues no, no eran películas en su cabeza: Ella volvía a romper con él, o eso le había insinuado, a falta de una conversación definitiva que ni siquiera sabía cuándo iba a tener lugar.
Así que, y está vez parecía que de verdad, tocaba volver a apretar los dientes para intentar sobrevivir a todo lo que se le venía encima, y perdiéndola a Ella, además.
La única cuestión era cómo ser capaz de apretar los dientes, cuando los tenía todos reventados a base de hostias.