Las Reglas del juego

Él sabía en qué habían quedado. Él sabía que se había comprometido a silencio total hasta que Ella le avisara. Él sabía que todo un día de viaje, con múltiples «observadores» cerca, era complicado para comunicar. Él sabía que Su vida había sido un giro casi inconcebible en las últimas horas, y Ella necesitaba asimilarlo todo. Él sabía cuáles eran las reglas del juego.

Pero él también sabía que Ella había propuesto que se vieran al día siguiente, y si se concretaba tenía que organizarse. Él también sabía que un mensaje rápido tipo «de vuelta», o «en casa», o «imposible escribir, mañana hablamos» se podía escribir y hacer desaparecer en diez segundos. Él también sabía que un día entero mirando el móvil cada diez minutos podía llegar a ser desesperante.

Él sabía cuáles eran las reglas del juego y las aceptaba, pero confiaba en que fueran las mismas para los dos.