Su razón ya había empezado a darle avisos sobre que, en algún momento, tendría que empezar a analizar aquellas tres últimas semanas y el futuro que vendría después. Pero ignoró aquellos avisos, consciente y voluntariamente, porque mientras Ella siguiera buscándole a cada mínima oportunidad que se le presentaba, mientras Ella continuara escapándose para estar con él, mientras trazase planes locos y le enviara canciones, él permanecería esperándola con los brazos abiertos, disfrutando de cada segundo de aquella locura, mandando al carajo el futuro y cualquier otra cosa que amenazase con separarle de Ella