Parecía que aquel verano de mierda no se iba a terminar nunca, pese a la velocidad con que se sucedían los días. No parecía posible que tantas cosas salieran mal, que tantas malas sensaciones se tornaran en certezas afiladas, que todo lo que podía torcerse lo terminase haciendo al final. Como si el mundo entero a su alrededor hubiera decidido apartarle de un manotazo, dejándole fracasado, deprimido, ignorado, abandonado, utilizado, manipulado, menospreciado, lisiado, prescindible, insignificante, desechable, inexistente, vacío.
Como revivir los tres últimos años de su vida, pero concentrados en mes y medio.