Ojalá hubiera sido por guardar las apariencias, ojalá hubiera sido por compensar, pero que después de semanas sin verse y con muchas más semanas por delante en que tampoco se verían, y justo en el día en que él se las había ingeniado para resolverle un problema, Ella le insistiera a otra persona en quedarse a tomar una cerveza más en vez de a él, le dolió. Porque fue como volver a sentir que no estaba a la altura, que ya había cumplido con su cometido, que ya había otras cosas más interesantes para Ella que él una vez finalizada si v tarea.
Y el caso es que no le pilló por sorpresa, porque cuando apareció la otra persona ya supo que su tiempo se había acabado. Lo que le hizo daño fue la falta de delicadeza, que por pura educación no le preguntase también a él, aunque supiera que él contestaría que no. Después de que fuera Ella quien le propuso quedar, después de semanas sin verse y muchas semanas más por delante, si es que se volvían a ver, después de haberlo vuelto a dejar todo por salir corriendo en Su ayuda.
No le sorprendía, pero le seguía doliendo, nunca dejaría de dolerle. Hasta que un día se plantase de una vez, le arrojara la maldita brillante armadura a los pies y le dijera que se buscase a otro. Le seguiría doliendo, pero puede que un poco menos.