Harto

Estaba harto. Se había cansado de llevarse reveses, de poner sonrisas forzadas como si no pasara nada, de conformarse. Estaba harto de buenas palabras, de buenos modales, de brillantes armaduras de mierda. Estaba aburrido de esperar oportunidades, de confiar en los destinos, de soñar con que algún día le vendría de vuelta todo lo bueno que se había ganado. Estaba hastiado de intentar, de esperar, de apretar los dientes, de resignarse.

Estaba harto, harto de decepciones, harto de aquella vida de pacotilla que se había forjado.