Recordó una vieja canción de The Lumineers que le había dedicado años atrás, que hablaba de que él había nacido para ser Su mar muerto, como el famoso mar salado, en el que Ella nunca podría hundirse mientras le conservara a él a Su lado.
Sonrió con amargura al apurar el vaso de bourbon: «mientras le conservara a él a Su lado»…