Herido, magullado, medio impedido, solo y asustado, y aún así, solo era capaz de pensar en excusas para verla o hablar con Ella. Algunos lo llamarían obsesión, otros inconsciencia, pero la verdad más sincera era que no era capaz de dejar de amarla.
Herido, magullado, medio impedido, solo y asustado, y aún así, solo era capaz de pensar en excusas para verla o hablar con Ella. Algunos lo llamarían obsesión, otros inconsciencia, pero la verdad más sincera era que no era capaz de dejar de amarla.