Canción

No sabía cuántos cientos de veces habría escuchado aquella canción que Ella le envió el último día del año anterior y, de hecho, la última vez que había sabido de Ella. Y no sólo porque fuera «su canción», sino porque cada maldita frase se la podía aplicar a si mismo. Y porque si se empeñaba en leer entre líneas, aquella canción que Ella le envió lo decía todo.

Pero, para su desgracia, había pasado un mes entero desde entonces, y no había vuelto a tener noticia de Ella, más allá de verla de pasada por un escaparate. Y aunque la maldita promesa funcionaba bien como excusa, se sentía culpable por no romperla y triste por que Ella tampoco hiciera nada por remediarlo.

Quizás el duelo estaba siendo tan largo que lo había confundido con Su hogar. O quizá, simplemente, con el nuevo año había cambiado de canción.