Mes

Le costaba creer que sólo hubiera pasado un mes de aquel cruce de mensajes imprevisto que terminó con Ella entre sus brazos y sus labios. Desde entonces, había vivido crisis, arrepentimientos, promesas, reencuentros, recaídas, confinamientos, vacaciones, tentaciones, felicitaciones, propósitos, resignaciones. Pero, sobre todo, lo que reinaba sobre todo lo demás era el Silencio, y el sentimiento de culpa por ir en contra de lo debido y de lo amado.

Por eso lo recordaba tan lejano, por eso le parecía haber vivido dos o tres vidas desde entonces, por eso la añoraba tanto. Aunque solo hubiera pasado un mes.